Hay un interés creciente por la información permanentemente actualizada que ofrecen los cibermedios, pero ¿cómo es esa información?
- La información sigue siendo el contenido principal de los diarios dentro y fuera de la red.
- La publicidad, de corte clásico, ocupa más espacio en el papel que en internet.
- La información de última hora importa más que la interactividad.
- Se perpetúa la hegemonía del género “noticia”.
- Se apuesta por la redacción y/o edición propia de las noticias.
- Los cibermedios emplean de forma desigual los recursos hipertextuales, multimedia e interactivos.
- Coexisten múltiples modelos de negocio.
Al día de hoy estas conclusiones siguen siendo en buena parte válidas, pero se pueden añadir algunos matices respecto a los puntos que se han destacado. Es cierto que la información de última hora importa más que la interactividad, pero la participación de los lectores aumenta progresivamente, aunque no siempre centrada en los contenidos periodísticos. Se impone la hegemonía del género “noticia”, pero eso va en detrimento de piezas más analíticas o interpretativas.
Aunque evidentemente se emplean de forma desigual los recursos hipertextuales, sería más exacto decir que se emplean poco y que los enlaces son puramente informativos, sin que sea frecuente encontrar reportajes de fondo que aprovechen todas las posibilidades con las que en estos momentos se puede trabajar, ni en los medios parece que quieran dedicarles más atención por ahora. Y eso, sin entrar en los problemas que se están produciendo en las redacciones hasta que se consiga el equilibrio papel-web.
Por lo que se refiere a los temas, en los cibermedios el orden de importancia, de mayor a menor, es el siguiente:
- política,
- sucesos,
- sociedad,
- economía,
- terrorismo, deportes,
- justicia, cultura y espectáculos,
- ciencia,
- medioambiente,
- otros temas diversos y tecnología y
- sociedad de la información.
Prácticamente sin cambios con respecto al papel, salvo en el caso de la información de sucesos que es mucho más abundante en la red.
Las informaciones proceden mayoritariamente de fuentes burocráticas –que invaden unas redacciones más ocupadas en reproducir contenidos que en crearlos- y de agencias.
La agenda propia es todavía muy escasa y los porcentajes obtenidos de desglosan así: fuentes institucionales, 13,74 %; agencias, 31,76 %; sin referencia alguna a fuentes, 29,63; otros medios, 4,47 % y otras fuentes (notas, sondeos, ruedas de prensa, plenos de ayuntamientos, sesiones parlamentarias, actos), 6,95 %.
La agenda propia oscila entre el 9,48 y el 19,88 por cien. En cuanto a los géneros utilizados en los medios digitales, el 87,42 % son informaciones; el 10,34 % crónicas; el 3,72 % reportajes y el 2,05 % entrevistas, entre los que superan el 1 por cien.
Todos estos datos confirman que se impone la noticia escueta sobre la posibilidad de profundizar en los temas. Y ahora aún podemos añadir algo más: se va asumiendo que la actualización puede ser automática gracias a los agregadores de noticias y a apuestas como la de Google.
La novedad tecnológica puede llevarnos a la información de usar y tirar, a la noticia efímera pero en muchos casos permanentemente archivada, y contra eso debemos rebelarnos sin ninguna duda. Pero también puede ser que resuelva la dificultad que supone para los periodistas de las redacciones digitales estar permanentemente ocupados en seguir y remover la información, y les permita dedicar más horas a trabajos de mayor calado: el tiempo lo dirá.
Etiquetas: ciberperiodismo, información